EL SINDICATO DE TRABAJADORAS Y TRABAJADORES DE LA UNIVERSIDAD
SANTO TOMAS
FRENTE AL PLEBISCITO DE SALIDA DEL PROCESO CONSTITUYENTE
Casi a
tres años de la Revuelta Popular iniciada el 18 de octubre 2019, está
culminando un ciclo político e histórico, con un plebiscito para decidir si el
Pueblo APRUEBA o RECHAZA la propuesta de nueva Constitución elaborada por la
Convención Constitucional, que surgió como respuesta de contención política de
las élites a las movilizaciones y luchas populares.
El
Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Universidad Santo Tomás, como
consecuencia del trabajo en asambleas y deliberaciones, con el fin de
representar los intereses de todos y todas, considerando el avance determinante
alcanzado en esta propuesta constitucional sobre derechos laborales, rapiñados
brutalmente desde hace casi cincuenta años, hemos decidido APROBAR LA
CONSTITUCIÓN 2022.
Esta
decisión es una respuesta de la clase trabajadora organizada al contexto
opresivo de las clases dominantes plasmado en la constitución de 1980, que
desconoció los derechos históricos y los acuerdos internacionales que obligaban
al Estado de Chile y no se cumplieron; que nos llevaron a vivir la pesadilla de
la súper-explotación y a la precarización laboral que siguen vigentes. Los
hechos son los hechos: el 95% de la
fuerza laboral no cuenta con un organismo sindical que cuide y defienda
sus intereses. Hoy en Chile el empresariado burla la legislación a punta de
corrupción moviendo todos sus contactos, la descomposición institucional de las
élites es casi total.
Nuestro
sindicato no ha parado de buscar alianzas vinculantes que nos permitan mayor
fortalecimiento y crecimiento consciente, para alcanzar un desarrollo
organizacional fuerte y unido; especialmente en este período de crisis
política, económica y sanitaria de COVID. Pero las élites
político-empresariales, más la burocracia sindical defienden sus privilegios
coludiéndose una vez más para desfavorecer a los y las trabajadores. En los
hechos hacen pagar los efectos de estas crisis, con mayor empobrecimiento,
hasta llegar al hambre popular. La situación de los salarios es crítica y los
beneficios generales no pretenden ser mejorados. Ni hablar del nuevo gobierno,
que pretende continuar aplicando las mismas políticas públicas neoliberales,
que tienen más beneficios para los negocios de los grandes empresarios que para
clase trabajadora. Los bonos no son la solución al problema de desigualdad
social, es inaceptable que se insista en que el alza del costo de la vida en
Chile y que siga siendo pagado por el pueblo, que las AFP continúen
apropiándose de las ganancias, obligando a las y los trabajadores a pagar las
pérdidas de su negociado.
El
último período, como organización sindical, nos planteamos ser parte de una
alianza de clase y liderar un organismo único que nos permita disputar también
el poder político y social, de lo contrario no habran verdaderos cambios. Por
todo ello les invitamos a todos y todas a informarse y movilizarse por estos
cambios constitucionales.
Tengamos
presente que la propuesta de nueva Constitución la exigió el Pueblo marchando y
luchando en las calles y el poder constituido debió ceder, pero sin Asamblea
Constituyente y manejando las cosas para que no se hicieran cambios
fundamentales. Sin embargo, en el plebiscito de 2020 se superó toda
expectativa, casi 80% votamos exigiendo cambiar la constitución de la
dictadura. La Convención Constitucional, pese a las trabas logró avanzar con un
texto que asume cambios fundamentales. Como respuesta, el poder político
empresarial organiza un show mediático y mueve sus títeres para engañar a la
ciudadanía para que nada cambie.
Nuevamente
nos sumamos a las fuerzas populares para impulsar los cambios, pero ahora lo
hacemos apoyando una propuesta de Constitución que asume los derechos
laborales, principalmente en sus artículos 46 al 49, donde se reconoce y
establecen orientaciones para garantizar el derecho y la función social del
trabajo, el derecho de sindicalización, de huelga y negociación colectiva; la
prohibición de cualquier tipo de discriminación laboral; establece las
obligaciones del Estado en la generación de políticas públicas sobre beneficios
y seguridad social; establece la participación sindical en las decisiones de la
empresa; el reconocimiento y la responsabilidad
estatal sobre la función social y económica de los trabajos domésticos y de
cuidados, velando por la promoción, la corresponsabilidad social y de género
para su justa implementación.
Estas normas constitucionales
son conquistas de la histórica lucha, organización y movilizaciones de los y
las trabajadores en todos los pueblos. En este momento histórico, más allá del
plebiscito, tenemos el deber de defender este gran avance, para que el gobierno
que sea los aplique como se establece en la nueva Constitución 2022.
VOTAR
APRUEBO ES AVANZAR, NO TE DEJES ENGAÑAR
TRABAJADORES y TRABAJADORAS SOMOS TODOS Y TODAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario